Hablamos con Gerard Coll Planas, sociólogo de genero, impartió un curso en Gran Canaria invitado por la Consejería de Igualdad. Profesor de las universidades de VIC y la Autónoma de Barcelona, defiende que tanto la violencia contra las mujeres como la ejercida contra el colectivo LGTBI tiene una misma raíz, el sexismo.
- ¿Qué entendemos por género?
Hay dos formas de entender el género. Por un lado está la explicación biologista que plantea que las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres son innatas, tienen un carácter biológico y por tanto inmodificable. Por otro lado está quien plantea que el género, nuestras identidades son una construcción cultural.
Desde mi punto de vista, esta posibilidad implica que tenemos que responsabilizarnos para ver como nosotras, en nuestra esfera pública y privada, estamos contribuyendo a reproducir o a subvertir estas desigualdades.
- ¿Qué tienen en común las desigualdades entre géneros y la LGTBIfobia?
Hasta ahora se ha enfocado la lucha contra la desigualdades entre hombres y mujeres y la lucha contra la transfobia, homofobia, bifobia como temas separados. Desde mi punto de vista, está claro que tiene una misma raíz. Es el sexismo el que nos obliga en función de nuestro sexo, nos atribuye un género, unos roles y presupone que tenemos que ser complementarios a nivel de orientación sexual. Por lo tanto, considero que tenemos que trabajar contra la LGTBIfobia desde un marco de género y desde una perspectiva feminista que entienda que todas estas violencias están imbricadas.
- ¿Cómo influye esta concepción del sexismo en las políticas públicas?
Si entendemos que la LGTBIfobia es una dimensión del sexismo, esto implica replantearnos cómo estamos interviniendo en el marco del sexismo. Por ejemplo, ¿cuando hacemos prevención estamos abordando solo las relaciones de desigualdad y violencia entre hombres y mujeres o es necesario también abordar los temas de LGTBIfobia? En el tema de acompañamiento a víctimas, quizás tenemos que replanterarnos desde qué circuitos y a quién derivamos a las personas que están recibiendo discriminaciones o acoso por LGTBIfobia. ¿Deberían ser las mismas profesionales que hoy están trabajando la atención a la violencia?, ¿se necesitan más recursos?, ¿más formación?
En cualquier caso, creo que quien tiene la mirada de género y la perspectiva feminista que puede acompañar a las víctimas de LGTBIfobia son las que ahora están formadas en temas de igualdad.
- ¿Nos seguimos moviendo en claves de binomio, hombre o mujer, blanco o negro?
Podemos entender que las identidades: hombre, mujer, lesbianas, gay, bisexual, trans… tienen un efecto ambivalente. Por un lado nos dan vida, nos dan un lugar en el mundo y nos permiten construir redes de solidaridad, políticas, para repensar, para transformar. Al mismo tiempo nos limitan, porque de alguna forma nos encapsulan y nos coartan. Creo que el objetivo es entender las identidades de una forma estratégica y al mismo tiempo reconocer que las personas somos mucho más que hombre o mujer, gay, bi, trans… para entender la diversidad y entender que cada persona en el fondo es mucho más que las etiquetas que le ponen.