Mónica Pulido es la autora de Juégame un cuento, la guía de dinamización de los relatos recopilados en Voces al tiempo, textos literarios de quienes vivieron durante su infancia situaciones de violencia sexista en el seno de sus familias.

- ¿Qué es voces al tiempo?

Juégame un cuento es una herramienta que dinamiza los cuentos literarios que contiene el libro Voces al Tiempo, que contiene seis cuentos literarios en claves de ficción pero, bueno, con algún retazo de realidad de seis personas que durante su infancia estuvieron en una casa de acogida del Cabildo de Gran Canaria por una situación de violencia vivida en casa. Se ha intentado recuperar la experiencia de estas personas, la memoria de estas personas, para visibilizar el impacto de la violencia de género en los niños y las niñas y contribuir de esta manera a visibilizar tanto esta realidad como a promover un cambio en la vida de estos niños y niñas.

- ¿A quién puede serle útil?

La herramienta Juégame un cuento está orientada fundamentalmente a profesionales que trabajen la prevención de la violencia de género, tanto a los profesionales del ámbito social que conforman la red insular de prevención y lucha por la erradicación de la violencia de género como a profesorado que trabaje con población ubicada en una franja de edad entre 12 y 16 años, lo que sería la Educación Secundaria Obligatoria.

- ¿Cuál es el objetivo de este proyecto?

Entre los objetivos de Juégame un cuento se encuentra la posibilidad de emplear esta herramienta como alternativa para visibilidad la realidad que puedan estar viviendo niños y niñas en su casa con respecto al fenómeno de la violencia de género. Por su puesto, generar también herramientas que permitan superar esta situación, sobre todo, incrementar la resistencia de estos niños con respecto a la situación, cuando no superarlas, evidentemente, con las medidas que dispone el resto de la red.

- ¿Qué tipo de actividades propone?

Todas las actividades, el libro está compuesto de una serie de fichas de trabajo, y en todas ellas se sugiere o se propone la posibilidad de usar un hashtag de manera concreta, que permita hacer una trazabilidad o hacer un seguimiento, a través de las redes sociales, de lo que se hace a nivel insular, que permita que los niños se reconozcan, que vean que su actividad o el esfuerzo de su trabajo está siendo compartido, está siendo difundido. Una forma de empoderamiento y también una forma de visibilizar el esfuerzo de estos niños por prevenir la violencia en el futuro, pero también en su trabajo día a día.